1. Identidades secretas, persecución política, 2 traiciones y 1 gulag. Tras la cortina de hierro repasamos la vida del “Diseñador Jefe”, el padre de la cosmonáutica soviética: Sergei Korolev.



#CuriosidadesEspaciales temporada 1, episodio 2: Los rusos golpean primero

3. Viajamos, una vez más, a 1945. Terminó la Segunda Guerra Mundial y el Ejercito Rojo ya capturó Berlín. Sergei Korolev, un joven diseñador aeronáutico es parte de una comitiva que tiene la tarea de recopilar todo lo que se pueda aprender sobre el cohete alemán V-2 🕵️.

4. Los alemanes no habían estado perdiendo el tiempo. El grado de avance es mucho mayor al que los soviéticos tenían hasta entonces. El V-2 era una verdadera proeza de ingeniería.

5. A Sergei esto lo llena de bronca 🤬. Él mismo había sido parte de los avances soviéticos hasta que una doble traición les puso freno. Para entender esto tenemos que rebobinar aún más esta historia.

6. Corre el año ’31 y Sergei es un joven prometedor de 24 años recién recibido de diseñador aeronáutico. Su instructor fue el mismísimo Andrei Topolev.



Sí, el mismo del que toman su nombre tantos aviones 🛩️.

7. Junto con un amigo, crean un grupo de investigación sobre propulsión a reacción y logran que el estado aporte fondos 🚀. Pocos años después este grupo se une con otro, dirigido por Valentin Glushko, quien también era un joven matemático y físico muy prometedor.

8. Todo iba muy bien… pero en el contexto de la Gran Purga de Stalin del ’38, tanto Sergei como Valentin son removidos de sus cargos bajo el pretexto de que estaban deliberadamente retrasando su investigación.

9. Aquí sucede la primera traición, resulta que el buchón fue un tal Andrei Kostikov del mismo instituto. Su premio: quedó a cargo. Le duró poco… lo rajan en medio de acusaciones de malversación de fondos un par de años después.



La cohetería soviética frena su avance ⛔.

10. Sergei fue a parar a la cárcel, desde donde escribió numerosas cartas incluso a Stalin para que revisen su caso. Para cuando lo fueron a buscar, al pobre ya lo habían mandado a un gulag en Siberia. Pasó hambre, frío y hasta perdió la mayoría de sus dientes por escorbuto.

11. El derrotero no termina,… Sergei va a parar a un campo de trabajo para la empresa Tupolev (sí, la de su instructor de antaño) y también acompañado por su colega Valentin.

12. Ah… Valentin, su viejo “amigo”. Porque aquí viene la segunda traición… ¡aparentemente Valentin estaba entre quienes habían denunciado a Sergei tanto tiempo atrás!

13. Volvamos a 1945. Los soviéticos se llevaron a unos 170 especialistas alemanes a una isla en el medio de un lago a unos 500 km de Moscú.



Por si fuera poco, la isla estaba rodeada de alambre de púas y custodiada por guardias y perros. Tranqui la cosa.

14. Y en el medio de todo eso: Sergei. Después de tantas penurias, al final está a cargo de un equipo para diseñar misiles de largo alcance basados en el V-2. 🚀

15. Sergei y su equipo incorporaron innovaciones propias tales como multiples etapas, llegando al cohete R-7 en 1957. Este tenía la capacidad de lanzar la carga equivalente a una bomba atómica con un rango de 7000km.



El primer misil balístico intercontinental.

16. Esto le valió un gran reconocimiento a Sergei en los altos círculos, pero su identidad fue mantenida en secreto. Al menos logró que lo exonerasen de sus supuestos crímenes del ’38.

17. Pero Sergei no solo pensaba en armas. En el ’54 había intentado persuadir al Comité Central del Partido Comunista de lanzar un satélite. Cayó en oídos sordos.

18. Sergei era muy astuto. Primero lanzó una serie de artículos de divulgación en periódicos soviéticos, exagerando sus planes. Logró llamar la atención a los yanquis, que pusieron en movimiento su propio programa para lanzar satélites.

19. Con los yanquis en movimiento, logró convencer al Comité Central del prestigio internacional que obtendría la Unión Soviética si lograran golpear primero. ¡Un capo!

20. El Sputnik fue diseñado y fabricado en menos de un mes. Se lanzó en un tipo de cohete que había volado con éxito una sola vez.



Era un satélite de lo más básico 🛰️. Unas baterías alimentaban a una antena de radio que emitía una señal intermitente.

21. ¿Fue suerte? ¿Pericia? Poco importa. Como vimos en el episodio anterior, el Sputnik revolucionó el mundo. Puso en marcha los planes espaciales yanquis, con la consecuente llegada a la Luna.

22. ¿Y qué fue de Sergei? Continuó impulsando la cosmonáutica soviética. Incluso con planes ambiciosos para ir a la Luna (quedarán para otro hilo). Pero en el ’60 sufre un primer paro cardíaco.

23. La cosa no pintaba bien, parece que su paso por el gulag acentuó un problema en sus riñones. Le aconsejaron aflojar su ritmo de trabajo, pero Sergei no quiso saber nada. Tenía miedo de que si el no empujaba, Kruschev pronto desarticularía todo.

24. Sus problemas se acentuaron los años siguientes y muere en el ’66 a los 59 años. Nunca llegó a ver a sus rivales pisar la Luna.

25. ¿Una buena? Al menos tras su muerte se liberó el secreto sobre su identidad. Fue enterrado con los mayores honores en la necrópolis de la pared del Kremlin.

Hoy es considerado un héroe nacional y su estatua adorna Baikonur, el principal cosmódromo soviético, aún activo.

26. Con esto cerramos el episodio 2 de #CuriosidadesEspaciales.



En el próximo episodio: un cohete yanqui está camino a Marte impulsado por un motor… ¿ruso? 🇺🇸🇷🇺